La Caridad
Como ustedes no tendrán ningún interés material, puesto que harán todo gratuitamente y sin retribución alguna, sólo la caridad las hará actuar en todo y en todas partes. Ejercerán las obras de misericordia con todo el mundo, tanto las obras espirituales como las corporales.
La primera obra Espiritual de misericordia es Enseñar a los ignorantes. Esa será la función principal de ustedes. La ejercitarán no solamente con los niños, sino con todos los que no estén suficientemente instruidos. Cuando tengan razones para creer que una persona ignora los principales misterios de la fe o las otras cosas necesarias para la salvación, se los enseñarán a manera de conversación.
El segundo deber de la caridad espiritual es Corregir a los pecadores. Ustedes lo ejercitarán con los niños que tengan a su cargo. Y se informarán sobre los vicios que reinan en el lugar donde estén y los combatirán con la palabra y con el ejemplo.
El tercer deber de la caridad espiritual es Dar consejos a los que los necesitan. Para esto hay que conocer bien a la persona a quien se aconseja, porque si no se conocen perfectamente sus disposiciones, vale más callar que exponerse a decir cosas que harían más mal que bien.
El cuarto deber de la caridad espiritual es Consolar a los afligidos. Cuando sepan que una persona tiene una pena, vayan a consolarla; exhórtenla a sufrir con paciencia y resignación, y aprovechen la ocasión para hacerle algunas advertencias saludables.
La quinta obra de caridad espiritual es Sufrir las injurias y perdonarlas, y soportar los defectos del prójimo. Acuérdense de este deber cuando los padres y las madres y los niños no les paguen las penas que ustedes se toman por su educación sino con ingratitudes, reproches, críticas y murmuraciones. Sufran todo eso y ofrézcanlo a Dios por la salvación de sus almas. Esto les servirá más que los bellos discursos que ustedes puedan hacerles.
El sexto deber de la caridad espiritual es Orar por los vivos y por los muertos, particularmente por los enemigos. Sin la oración, todo lo que ustedes digan será inútil. Es de fe que no podemos obtener nada para nosotros ni para los otros sin el socorro de la gracia, y el medio de alcanzarla es la oración. Oren pues sin cesar.
En cuanto a las obras Corporales de misericordia, harán en los campos más o menos lo que nuestras Hermanas de la Caridad hacen en las ciudades, mientras sea compatible con la instrucción de los niños que es el deber esencial de ustedes, excepto cuando una necesidad urgente las obligue a interrumpir la escuela para prestar algún pronto socorro.
Como ustedes mismas son pobres, sé que no podrán ayudar a los desposeídos con recursos propios; sin embargo, si comparten con ellos lo poco que tengan, la caridad se hará más agradable a Dios que la de los ricos que dan de su abundancia.
El medio de que ustedes se servirán para ayudar a los pobres será presentar sus necesidades a quienes puedan socorrerlas y solicitar a los ricos con qué aliviarlas. Pedirán por ejemplo tela para vestir a los huérfanos. Podrán también tomar una pobre huérfana en casa de ustedes, para instruirla y educarla, rogando a alguna persona caritativa que les dé con qué alimentarla.
Cuántas buenas obras se pueden hacer cuando se tiene caridad!
domingo, 8 de enero de 2012
sábado, 7 de enero de 2012
A LAS PERSONAS QUE AYUDAN SIN NADA A CAMBIO
- Bancos vacíos al pasar la calle, dunas desiertas en tu corazón, aguas muy fieras, nieves perpetuas, negros y grises tapando el dolor.
- Piensas que nadie puede ya ayudarte, cuando la vida solo te dejó, cuando la mano que era tan amiga sin un motivo te abandonó.
- Pero hubo un momento cuando ya pensaba,
- que más hundida no podía estar. cuando más sola y más triste me ha yaba cuando mi mirada perdida vagaba, fue en ese entonces cuando la esperanza entraba dentro de mi realidad, para ayudarme, para enseñarme, el camino que perdí años atrás.
- Dar las gracias a esas personas, que sin dinero su ayuda me dan, esas personas que ayudan a otras, con toda su alegría con toda su bondad, jóvenes que están dando su tiempo, para ayudar a todos los demás, a jóvenes, niños, a ancianos y enfermos,a locos y presos de la sociedad.
- Solo quiero dar las gracias a esa asociación, que un día fui conté mi problema y desde entonces su mano me dio. Gracias a ella estoy superando todo lo oscuro que podía sentir, todo ese velo que cubría mi vida, poco a poco lo veo salir.
- Y creed me, hoy me siento ya un poco mejor, aun queda camino para superarlo, pero poco a poco lo estoy ya logrando, y con mi esfuerzo su ayuda y las ganas, parece que mi vida está un poco más clara, por eso yo quiero darles las gracias y no me cansaré de agradecer lo que estas personas me han hecho ver.
- Gracias a todas un beso muy fuerte.
viernes, 6 de enero de 2012
historias DE PERSONAS CARITATIVAS
Anciana Caritativa Desafía a Millonario Chino
Ante los días del año nuevo chino dos personas caritativas de diferentes estilos atrajeron la atención del mundo. A una, los medios de comunicación chinos la denominaron “la persona más caritativa de China”. Su nombre es Chen Guang Biao, él fue a Taiwán a regalar dinero para hacer obras de caridad. La otra persona fue denominada por la red de internet como “la abuelita que regala sopa de arroz”. La señora Chen Xingdi regala sopa de arroz a los trabajadores que hacen cola esperando comprar boletos de regreso a sus casas. Los internautas han subido sus fotos, lo que hizo que ella fuera popular rápidamente en toda la red.
La persona acaudalada, Chen Guang Biao, de origen chino, viajó a Taiwán el día 26 de enero. El motivo de su viaje fue donar 510.000.000 dólares de moneda taiwanesa en 6 días. Este dinero, según el señor Chen, está destinado a familias de bajo recursos y menos posibilidades.
Comparando la acción del señor Chen Guang Biao, la abuelita que regala sopa de arroz aparentemente es insignificante. Mientras Chen Guang Biao regala efectivo, esta abuelita todo los días se levanta a las tres de la madrugada para cocinar ollas de sopas de arroz. Con su actitud benevolente silenciosamente desafía a Chen Guang Biao.
Durante el año nuevo chino un gran grupo de personas chinas con pocos recursos, en particular trabajadores inmigrantes desean regresar a sus lugares de origen.
Una cifra aproximada de 230 millones de población migrante sufre todo tipo de dificultades durante este viaje de regreso a casa. Alguno de ellos se suben a trenes repletos, algunos viajan miles de kilómetros en moto con viento frío e incluso algunos viajan a pie durante varios días.
Muchas personas por conseguir un boleto de tren de regreso a casa hacen largas colas en la terminal de trenes. En un lugar de nombre Ningbo, hasta hay gente haciendo cola por más de 10 horas, de pie en lugares fríos, cubiertos de nieve.
La señora Chen vive cerca de la estación de trenes, quien al ver esta situación, tuvo la idea de regalar sopa para calentar el estómago a los trabajadores. Ella se levanta a las tres de la madrugada, cocina 4 grandes ollas de sopa y 5 termos grandes de té de jengibre. A las 5 de la mañana sale de su casa, lo transporta en un triciclo a la estación de trenes para repartirla en forma gratuita. Después de terminar de repartir, regresa a su casa a cocinar la misma cantidad de sopa y té.
En los días que hay mucha gente hace tres viajes. De la casa a la terminal de trenes tarda 5 minutos. Ella dice, "el clima está congelado, las personas que están haciendo cola seguramente tienen mucho frío, desean tomar algo calentito para tener calor el cuerpo".
Recuerda a una muchacha que venía de provincia de Hunan, de 22 años, tenía 2 días y 2 noches haciendo cola, sus manos y sus pies estaban entumecidos por el frío, vino a preguntarle si podía poner sus manos sobre la olla, y cuando recibió un vaso de sopa de arroz, no aguantó y rompió en llanto agradecida.
Algunos internautas dijeron, "nos hemos acostumbrado a ver gente egoísta y de repente vemos la noticia de la abuelita que regala sopa, esto ha conmovido hasta la persona más materialista y de poco corazón".
Sobre ese millonario chino que anda en Taiwán regalando dinero en las calles, tratando de hacer obras de caridad, a los taiwaneses que viven en el extranjero les llama mucho la atención y han reaccionado.
Lihan Wen es una persona que organiza foros en San Francisco, EE.UU., habló con el reportero de radio Free Asia y dijo que Taiwán no necesita personas como este señor Chen Guang Biao para ayudar a la gente necesitada de allá, porque en Taiwán cada familia de menos recursos tiene beneficios sociales. Cada mes reciben ayuda del gobierno, y en año nuevo todos ellos reciben dinero del gobierno. Toda la población de Taiwán tiene seguro médico. El sistema de beneficio social es muy bueno, "la verdad, Taiwán no necesita la ayuda de este señor rico", agregó.
"Si Chen Guang Biao realmente tiene dinero, en China actualmente hay 1.500 millones de personas en estado de extrema pobreza, él debería ir a auxiliar a las familias pobres en China, especialmente en lugares retirados del interior de China con mayor necesidad, por lo tanto, yo considero que la actitud de Chen Guan Biao está fuera de lugar", acotó Wen.
El señor Luo, un taiwanés en San Francisco, considera que el regalo de Chen a Taiwán es el comunismo de China que está seduciendo a Taiwán con dinero. Tratar de conquistar es una estrategia. Él dijo que China es un país que controla la moneda extranjera. "Los cientos de millones que trajeron a Taiwán sin duda es una conspiración del PCCh para controlar Taiwán, sin embargo el gobierno Mayingjiu simplemente lo deja entrar ¿Qué significa esto? No sabemos".
El señor Luo también dijo el PIB de Taiwán es de casi 20 mil dólares americanos y el de China solo de 3 mil. La diferencia es 7 veces superior, por lo que si se quiere derrochar dinero lo mejor es hacerlo en China, no en Taiwán, agregó.
La persona acaudalada, Chen Guang Biao, de origen chino, viajó a Taiwán el día 26 de enero. El motivo de su viaje fue donar 510.000.000 dólares de moneda taiwanesa en 6 días. Este dinero, según el señor Chen, está destinado a familias de bajo recursos y menos posibilidades.
Comparando la acción del señor Chen Guang Biao, la abuelita que regala sopa de arroz aparentemente es insignificante. Mientras Chen Guang Biao regala efectivo, esta abuelita todo los días se levanta a las tres de la madrugada para cocinar ollas de sopas de arroz. Con su actitud benevolente silenciosamente desafía a Chen Guang Biao.
Durante el año nuevo chino un gran grupo de personas chinas con pocos recursos, en particular trabajadores inmigrantes desean regresar a sus lugares de origen.
Una cifra aproximada de 230 millones de población migrante sufre todo tipo de dificultades durante este viaje de regreso a casa. Alguno de ellos se suben a trenes repletos, algunos viajan miles de kilómetros en moto con viento frío e incluso algunos viajan a pie durante varios días.
Muchas personas por conseguir un boleto de tren de regreso a casa hacen largas colas en la terminal de trenes. En un lugar de nombre Ningbo, hasta hay gente haciendo cola por más de 10 horas, de pie en lugares fríos, cubiertos de nieve.
La señora Chen vive cerca de la estación de trenes, quien al ver esta situación, tuvo la idea de regalar sopa para calentar el estómago a los trabajadores. Ella se levanta a las tres de la madrugada, cocina 4 grandes ollas de sopa y 5 termos grandes de té de jengibre. A las 5 de la mañana sale de su casa, lo transporta en un triciclo a la estación de trenes para repartirla en forma gratuita. Después de terminar de repartir, regresa a su casa a cocinar la misma cantidad de sopa y té.
En los días que hay mucha gente hace tres viajes. De la casa a la terminal de trenes tarda 5 minutos. Ella dice, "el clima está congelado, las personas que están haciendo cola seguramente tienen mucho frío, desean tomar algo calentito para tener calor el cuerpo".
Recuerda a una muchacha que venía de provincia de Hunan, de 22 años, tenía 2 días y 2 noches haciendo cola, sus manos y sus pies estaban entumecidos por el frío, vino a preguntarle si podía poner sus manos sobre la olla, y cuando recibió un vaso de sopa de arroz, no aguantó y rompió en llanto agradecida.
Algunos internautas dijeron, "nos hemos acostumbrado a ver gente egoísta y de repente vemos la noticia de la abuelita que regala sopa, esto ha conmovido hasta la persona más materialista y de poco corazón".
Sobre ese millonario chino que anda en Taiwán regalando dinero en las calles, tratando de hacer obras de caridad, a los taiwaneses que viven en el extranjero les llama mucho la atención y han reaccionado.
Lihan Wen es una persona que organiza foros en San Francisco, EE.UU., habló con el reportero de radio Free Asia y dijo que Taiwán no necesita personas como este señor Chen Guang Biao para ayudar a la gente necesitada de allá, porque en Taiwán cada familia de menos recursos tiene beneficios sociales. Cada mes reciben ayuda del gobierno, y en año nuevo todos ellos reciben dinero del gobierno. Toda la población de Taiwán tiene seguro médico. El sistema de beneficio social es muy bueno, "la verdad, Taiwán no necesita la ayuda de este señor rico", agregó.
"Si Chen Guang Biao realmente tiene dinero, en China actualmente hay 1.500 millones de personas en estado de extrema pobreza, él debería ir a auxiliar a las familias pobres en China, especialmente en lugares retirados del interior de China con mayor necesidad, por lo tanto, yo considero que la actitud de Chen Guan Biao está fuera de lugar", acotó Wen.
El señor Luo, un taiwanés en San Francisco, considera que el regalo de Chen a Taiwán es el comunismo de China que está seduciendo a Taiwán con dinero. Tratar de conquistar es una estrategia. Él dijo que China es un país que controla la moneda extranjera. "Los cientos de millones que trajeron a Taiwán sin duda es una conspiración del PCCh para controlar Taiwán, sin embargo el gobierno Mayingjiu simplemente lo deja entrar ¿Qué significa esto? No sabemos".
El señor Luo también dijo el PIB de Taiwán es de casi 20 mil dólares americanos y el de China solo de 3 mil. La diferencia es 7 veces superior, por lo que si se quiere derrochar dinero lo mejor es hacerlo en China, no en Taiwán, agregó.
jueves, 5 de enero de 2012
¡Pareja dona un billete ganador de lotería, para obras de caridad!
Pareciera tratarse de una maravillosa película con un final sumamente edificante, pero para sorpresa de muchos, se trata de un caso real, lleno de generosidad. Y es que, según informó la publicación británica Daily Mail hace unos días, una pareja canadiense, ¡donó un premio millonario de lotería, para obras de caridad! Indiscutible es la sorpresa, que conlleva este tipo de noticias, ya que en un mundo en donde la avaricia y el individualismo, están a la orden del día, es motivante ver que todavía existen personas caritativas viviendo en esta sociedad.
Se trata de Allen y Violet Large, una pareja de septuagenarios a los que no les llamó la avaricia por el dinero, por el contrario, en cuanto recibieron un cheque por más de 11 millones de dólares, que ganaron a principios de año, en un sorteo de su país; decidieron destinarlo a hospitales, beneficencia e incluso, a algunos amigos y familiares.
Cuentan los afortunados ganadores, que parte del dinero lo donaron a los hospitales de Truro y Halifax, en Escocia, Canadá; quienes lo invertirán en mejorar sus programas de Diabetes, Alzheimer y cáncer. Otros de los beneficiados, por este acto de dadivosidad, fueron el cuerpo de bomberos local, algunas iglesias y cementerios, la Cruz Roja y el Ejército de Salvación, este último, una organización no gubernamental de beneficencia social privada, regida por el cristianismo protestante.
Y es que para esta pareja, el dinero nunca ha sido tema de discusión dentro de su ambiente familiar, pues de acuerdo a Allen, siempre fueron una pareja a la que no les faltó nada, razón por la que se sintieron agradecidos con la vida y decidieron donar el dinero para ayudar a que otras personas concretaran sus sueños, pues para ellos no había cosa más importante que el estar juntos: "El dinero que ganamos no representa nada; nos tenemos el uno al otro", afirmó convencido Allen, en una entrevista concedida al periódico canadiense Toronto Star.
No cabe duda de que es mediante este tipo de acciones cuando más brilla y se manifiesta nuestra esencia humana. Pocas personas, hoy en día, somos capaces de relegar nuestros intereses personales, para ayudar a quienes más lo necesitan. Y es que, pocos estamos conformes con lo que tenemos, siempre queremos más de lo material y menospreciamos los regalos que la vida nos da, como el tener una familia y un grupo de amistades, con las que siempre podemos contar.
Creo que es tiempo de que vayamos dejando el egoísmo a un lado y comencemos a contribuír, dándole un giro positivo a este mundo, mediante acciones que ayuden a los demás. ¡Indudablemente esta pareja nos acaba de dar una gran lección de vida! ¿Ustedes qué opinan?, ¿Habrían cedido un billete de loteria ganador para obras de caridad?.
Se trata de Allen y Violet Large, una pareja de septuagenarios a los que no les llamó la avaricia por el dinero, por el contrario, en cuanto recibieron un cheque por más de 11 millones de dólares, que ganaron a principios de año, en un sorteo de su país; decidieron destinarlo a hospitales, beneficencia e incluso, a algunos amigos y familiares.
Cuentan los afortunados ganadores, que parte del dinero lo donaron a los hospitales de Truro y Halifax, en Escocia, Canadá; quienes lo invertirán en mejorar sus programas de Diabetes, Alzheimer y cáncer. Otros de los beneficiados, por este acto de dadivosidad, fueron el cuerpo de bomberos local, algunas iglesias y cementerios, la Cruz Roja y el Ejército de Salvación, este último, una organización no gubernamental de beneficencia social privada, regida por el cristianismo protestante.
Y es que para esta pareja, el dinero nunca ha sido tema de discusión dentro de su ambiente familiar, pues de acuerdo a Allen, siempre fueron una pareja a la que no les faltó nada, razón por la que se sintieron agradecidos con la vida y decidieron donar el dinero para ayudar a que otras personas concretaran sus sueños, pues para ellos no había cosa más importante que el estar juntos: "El dinero que ganamos no representa nada; nos tenemos el uno al otro", afirmó convencido Allen, en una entrevista concedida al periódico canadiense Toronto Star.
No cabe duda de que es mediante este tipo de acciones cuando más brilla y se manifiesta nuestra esencia humana. Pocas personas, hoy en día, somos capaces de relegar nuestros intereses personales, para ayudar a quienes más lo necesitan. Y es que, pocos estamos conformes con lo que tenemos, siempre queremos más de lo material y menospreciamos los regalos que la vida nos da, como el tener una familia y un grupo de amistades, con las que siempre podemos contar.
Creo que es tiempo de que vayamos dejando el egoísmo a un lado y comencemos a contribuír, dándole un giro positivo a este mundo, mediante acciones que ayuden a los demás. ¡Indudablemente esta pareja nos acaba de dar una gran lección de vida! ¿Ustedes qué opinan?, ¿Habrían cedido un billete de loteria ganador para obras de caridad?.
miércoles, 4 de enero de 2012
Acción Caritativa
El mandato de caridad de Cristo abraza todas las dimensiones de la existencia humana, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño, (Cf. Aparecida, 380). El cristiano no puede permanecer indiferente frente a la pobreza, el dolor y las miserias humanas. El espíritu de caridad debe resplandecer siempre y en todo momento en la vida de la Iglesia.
Pero si bien es cierto que la caridad siempre será necesaria, ésta no puede contribuir a crear círculos viciosos que atenten contra la dignidad misma de la persona, fomenten estructuras sociales injustas o incrementen la mendicidad y la pereza, (Cf. Aparecida, 385).
Teniendo presente lo anterior, la Pastoral Social debe implementar cada vez más y mejores mecanismos para atender en forma rápida y eficaz a las personas que sufren a causa del conflicto social y armado, de la miseria o de distintas formas de violencia como el desplazamiento forzado. “El amor de Cristo nos apremia” (2 Cor. 5,14). Se requiere asumir con decisión renovada la opción evangélica y preferencial por los pobres, privilegiar el servicio fraterno a los más excluidos con obras concretas y organizadas de caridad (Deus caritas est, 20), y apoyar a las instituciones que cuidan de ellos: minusválidos, niños abandonados, enfermos, encarcelados, etc. (Cf. Santo Domingo, 180; Aparecida, 407 ss).
Para responder a estas necesidades se requiere impulsar una Pastoral Social Caritativa que descubra nuevos caminos para responder a los múltiples efectos y manifestaciones de pobreza que emergen en la sociedad contemporánea.
Así mismo, la Pastoral Social debe despertar en todos los cristianos sentimientos de fraternidad, solidaridad y compromiso con los más pobres que conlleve a un compromiso real de ayuda. “Mostrar de un modo concreto que somos signos del amor de Dios para con los más pobres. No es posible, a la altura del siglo XXI, seguir presenciando impasibles que hay tantas personas que no tienen los recursos indispensables para vivir como lo exige la dignidad humana.” (Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, Carta circular 18)
Pero si bien es cierto que la caridad siempre será necesaria, ésta no puede contribuir a crear círculos viciosos que atenten contra la dignidad misma de la persona, fomenten estructuras sociales injustas o incrementen la mendicidad y la pereza, (Cf. Aparecida, 385).
Teniendo presente lo anterior, la Pastoral Social debe implementar cada vez más y mejores mecanismos para atender en forma rápida y eficaz a las personas que sufren a causa del conflicto social y armado, de la miseria o de distintas formas de violencia como el desplazamiento forzado. “El amor de Cristo nos apremia” (2 Cor. 5,14). Se requiere asumir con decisión renovada la opción evangélica y preferencial por los pobres, privilegiar el servicio fraterno a los más excluidos con obras concretas y organizadas de caridad (Deus caritas est, 20), y apoyar a las instituciones que cuidan de ellos: minusválidos, niños abandonados, enfermos, encarcelados, etc. (Cf. Santo Domingo, 180; Aparecida, 407 ss).
Para responder a estas necesidades se requiere impulsar una Pastoral Social Caritativa que descubra nuevos caminos para responder a los múltiples efectos y manifestaciones de pobreza que emergen en la sociedad contemporánea.
Así mismo, la Pastoral Social debe despertar en todos los cristianos sentimientos de fraternidad, solidaridad y compromiso con los más pobres que conlleve a un compromiso real de ayuda. “Mostrar de un modo concreto que somos signos del amor de Dios para con los más pobres. No es posible, a la altura del siglo XXI, seguir presenciando impasibles que hay tantas personas que no tienen los recursos indispensables para vivir como lo exige la dignidad humana.” (Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, Carta circular 18)
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